Impaciencia alba

paciencia

 

Por Tomás Aramburú

 

Hace un par de días leímos, oímos y vimos, la noticia que Julio Barroso era declarado transferible  (y prescindible) después de una pelea con el DT Pablo Guede, la cual, según informaron los Sapos reporteros de cubren a Colo-Colo, casi se fueron a las manos. La caja de resonancia alba es tan grande como su historia y su hinchada. Esta noticia fue difundida privada y públicamente por los más serios medios de prensa, noticia la cual, al igual que la dinámica del teléfono, fue siendo modificada por el interlocutor, cada vez más, al punto de que hay gente que vio a Barroso hacer volar a Guede con su Rasho láser (?)

A pesar de todo lo que se habló, en varios medios masivos y partidistas, además de los inventos del grupo “Salvemos Colo-Colo” liderados por El nefasto Jorge Vergara, y un séquito de personas de dudosa capacidad intelectual quienes, además de hacer eco de esta falsa pelea, inventaron que Guede había “prohibido a los viejos cracks ocupar la cancha del monumental” porque lo habían criticado, cosa que “Chupete” Hormazábal y “Chano” Garrido salieron rápidamente a desmentir. Este grupo es el mismo que vive llorando porque sacaron a uno de los sapos dentro de Colo-Colo: Julio Rodríguez.

Luego de todos los desmentidos, nadie se hizo cargo. Ni el grupo de tarados, ni el de los pagados (decida usted cuál es cuál) Los medios como ADN y Cooperativa, se fueron por las ramas, como siempre y ahí quedó, todos con el orín de Barroso en la cara por tremendo tapabocas que les puso al aclarar la situación.

Sin perjuicio de lo anterior, y ya aclarado el tema por lo involucrados, no está demás hacernos ciertas preguntas y recordar ciertas cosas:

¿Acaso nunca un DT y un jugador se han peleado?

Balotelli-Mancini en el 2012-2013 es quizá el más famoso, para los hinchas de ESPN y Fox Premium, de los casos en que un DT peleó con un jugador (Mi preferido es del Djalminha con Irureta el 2002 en La Coruña) y es ejemplo claro de lo “humanos” que pueden legar a ser ambos en un momento de calentura tan grande. Es perfectamente posible que algo así pase, las revoluciones están altas, sumados a la presión de un equipo como Colo-Colo, y la de este torneo en particular, que se perdió de forma increíble, en una competencia donde corríamos solos, con la presión de una hinchada exitista.

Si un DT no quiere contar con un jugador ¿No está en todo su derecho de prescindir de él?

Si fuera cierto que Guede no quiere a Barroso (si fuera cierto, se aclaró hasta la tonalidad de los ojos de Scarlett Johansson que cuenta con el) no sería ni el primer, ni el último caso que pasara. Ejemplos hay muchos: Mou y Casillas en el Madrid; Sampaoli y Olarra/Rivarola en la U 2011; y hace poco el de Guardiola y Hart en el Manchester City.

El técnico es el encargado de hacer funcionar el equipo, y como en todo grupo humano, para lograr los objetivos trazados, se debe contar con gente de confianza, y si uno de ellos, referente o no, no es de su confianza, sea por cosas personales o futbolísticas (Cosa que estúpidamente se cree que no se mezclan, pero una va unida a la otra, siempre) con aquel es perfectamente posible que pida su salida, o al menos le dé un papel menor en el desempeño del equipo (haciendo referencia aquí al caso de Fierro, que es harina de otro costal).

¿Cuántos DT’s han caído por aguantar todo?

Casos hay millones. El ultimo, Palestino. Incluso en Colo-Colo pasó muchas veces (Barti, Sierra, hace 20 años, Cantatore) pasa mucho que los equipos bajan dramáticamente su nivel y rendimiento, cambio de DT y Paf!! Jogo bonito y tiqui-taca otra vez.

Lo anterior me lleva a un caso particular del recuerdo: Año 1995, Colo-Colo contrata a Gustavo Benítez, que hace sus primeras armas en el extranjero como DT, con un exiguo currículo presentando solo una semifinal de copa libertadores con Olimpia el 94 (Su karma al parecer)
En un partido, Colo-Colo le mete 10-0 a regional Atacama, ante 40 mil personas que abuchean al técnico por no poner al regalón de la hinchada: Marcelo Vega, a la sazón, la estrella emergente del futbol chileno y con el cual el paraguayo entra en conflicto. El resultado: Nace la célebre frase “Yo hablo con el dueño del circo, no con los payasos” referente a cuando le preguntan qué opinaba por los abucheos. Aquí, la prensa se hace un festín, tergiversando a Benítez y poniéndolo en contra de la hinchada (Que era futbolísticamente más culta que hoy) recurrieron a los “sapos” (Cáncer metastasiado en todo el fútbol nacional) para inventar historias sobre el conflicto. El plantel, en su momento liderado por Ivo Basay, Cheito Ramírez, Coca Mendoza (otros cortados por Benítez) y un recién llegado Marcelo Espina, se pone de lado del DT, porque la nobleza obligaba. ¿Resultado? Benítez continuo, Vega se fue, y Colo-Colo entró en su 3er. Ciclo más exitoso de la historia, con 3 torneos nacionales, 1 copa Chile y 3 (!) semis de copas internacionales (Libertadores 97; supercopa 96 y 97) porque se dejó trabajar al DT, nada más y nada menos.

Al final, son los resultados los que determinan la calidad de un DT. Nada más.
Guede, que no es de mi gusto, por varios motivos, principalmente por su constante verso, está claramente al debe, se perdió un torneo donde jugábamos solos, por errores de él (Directa e indirectamente; caso Garcés) Dio rienda suelta a su locura, cuando necesitábamos tranquilidad. Experimentó cuando había que asegurar. Le faltó cancha, barrio y experiencia. Y se puso la soga al cuello solo de tener que ser campeón ahora en el “Transición 2017”. Quizá si el torneo hubiera sido peleado, no se sentía tanto la derrota, pero ya está. Como sea, no podemos estar cambiando DT cada 12 meses ¿Qué estilo tenemos? ¿A que jugamos? Hay más posibilidades de ser campeón, nacional e internacionalmente, con procesos largos, complejos y a veces dolorosos (River plate, es el mejor ejemplo) en el cual a veces hay que aguantar, hay que tener agallas para estar ahí en la dura.

Hoy Guede no tiene excusa, no hay límite de contrataciones, y puede moldear el plantel a su antojo, no puede cometer los mismos errores en contrataciones ¿Qué tal si lo dejamos? esperemos a terminar un proceso, un PUTO proceso con un DT por más de 2 años (Cosa que no logramos desde Claudio Borghi 2005-2008) y cuando termine, lo puteamos… o celebramos

Yo, como colocolino, lo único que quiero es ver a mi equipo campeón, no tanto acá, preferiría en el extranjero, pero ese es otro tema. Pero si no somos capaces de aguantar la frustración y la derrota en determinados momentos, nos merecemos todo lo malo por no saber esperar, por no saber que es más importante trabajar para un objetivo, que el objetivo en sí, porque lo primero deja algo, lo segundo se consume en la inmediatez.

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