Columnas Olrai

Wena, Chaco!

ChacoRelatorcin

No nos engañemos. Los argentinos no se caracterizan precisamente por la humildad. Nunca es bueno generalizar, pero hay cosas que vienen con el ADN. Desde la cordillera al Atlántico son así, medio agrandados, un poco soberbios, casi petulantes, altivos, luchojarezcos. Así es no más.

Ahora, les pongo un caso. Imagínense que un jugador de Boca Juniors -uno de los mejores equipos de Argentina, del continente y por qué no decir del mundo-, de casi metro noventa, buena facha, titular en Boca Juniors y campeón con Boca Juniors es contratado por un equipo chileno. Llega a ese equipo chileno y el DT, en su primer partido oficial, lo deja en la banca. Más aun, lo hace entrar al minuto 93 para defender un empate. Peor, el jugador que iba a reemplazar se hace expulsar y tiene que seguir ahí al borde de la cancha esperando a que termine la trifulca y se decida cuál será definitivamente el jugador a reemplazar.

¿Qué haría un argentino agrandado en este caso? Justamente, todo lo contrario a lo que hizo el Chaco Insaurralde, quien entró con la energía de un juvenil a despejar cualquier pelota que entrara al área y que podría haber significado un nuevo empate de la visita. Más aun, celebró como uno más el triunfo agónico y más más más más aun, al salir del estadio, casi a las 12 de la noche, se dio el tiempo para parar su auto y sacarse fotos con los pocos hinchas que quedábamos esperando.

No sé si será figura en Colo-Colo o no. No sé cuántos condoros se mandará, ni siquiera si será titular o no, pero eso pasa a segundo plano, porque la disposición que mostró en su primer partido oficial fue extraordinaria y eso es lo que se valora. Esa es la actitud que los colocolinos valoramos. Esa es la actitud de un colocolino ¡Wena, Chaco!


 

 

Javier Silva – integrante del #ColoCoLeit