He comentado más de 12.399.135 veces que mi abuelo era de la «U» y que su insistencia para que me hiciera hincha de la vocal terminó causando lo contrario: Que siguiese mi instinto de ser hincha de Colo-Colo.
Pero debo confesar, que a eso de los 7 años pensé gastarle una broma a mi familia (todos mayormente colocolinos, excepto mi abuelo, ya lo dije) y dije que iba a ser del bullita. Me senté en el living a cantar «Dale leóóóóóóón, dale leóóóóóóóón» (el único cántico de Las de Abajo que me sabía, porque los de la Garra Blanca me los sabía de memoria. Tenía el casete con la versión bailable (!) y lo ponía todos los sábados). Mientras todos hervían por esta altísima traición.
Mi mamá me miraba y se reía.
Mi broma duró hasta que mi mamá me dijo «De verdad quieres ser de la U» y yo le contesté imitando las dotes actorales de Gonzalo Valenzuela, diciendo: «Si po. Ya lo decidí.» Entonces ella me miró aguantándose la risa y me dijo «Ya. Entonces si tanto quieres ser de la U, mañana te voy a comprar la camiseta.»
Me imaginé con ese asqueroso trapero azul, botando mis 2 camisetas del Colo que tenía.
Se me acabó la broma. Me di vuelta la chaqueta 2 veces en una tarde.
¿En qué le aporta esta historia a su vida? Claramente en nada, pero sí quiero recalcarle algo.
Tengo PLENAMENTE IDENTIFICADOOOOOOS, a todos los que en twitter bramaron por la llegada de Pedro Morales y que después del partido con Botafogo andaban llorando porque no entró antes. Que dijeron que era, y cito: «UNA MADRE PERRA CU***» que no «iba a aportar nada más de lo que ya no aportó en las madres.» Y después lo aplaudían por los decentes (solo decentes) partidos que ha tenido en Colo-Colo hasta ahora.
Así también tengo PLENAMENTE IDENTIFICADOS a los que dijeron que «Zaldivia es un muerto que con suerte jugaba en Arsenal de Sarandí» y que «no va a aportar nada». Ahora lo aplauden, con justa razón, porque tiene una calidad y fiereza innegable.
INCLUSO TENGO IDENTIFICADOS, a los que dijeron que «Villar viene a retirarse a Colo-Colo, debiesen darle oportunidad a los de la cantera.» Y después le andaban haciendo queques cuando ya dejó en claro que no ha ido a más de un mundial a pasear. Como sí lo ha hecho cierto arquero, de cierto equipo, que dice ser «grande» y estar «un peldaño más abajo» que nuestro Claudio Bravo.
En la mira tengo a los que estaban pidiendo a Esteban Efraín que se retirara y ahora se vuelven locas quinceañeras con sus maravillosas actuaciones.
Aprendamos, colocolinos. Aprendamos a que un refuerzo no es malo ni bueno hasta que lo vemos en cancha, en el esquema que el DT quiere y en la posición que el DT que SÍ ESTUDIÓ PARA SER DT, estime conveniente.
Opinemos, ríamonos. Pero no nos demos vuelta la chaqueta tan olímpicamente todos los años con los refuerzos que llegan. Yo era un inocente niño cuando hice la broma de pasarme al archirrival, pero ustedes ya están harto grandecitos para decir que un refuerzo viene «muerto» y después darse cuenta de lo equivocados que estaban.