Es difícil ponernos de acuerdo en qué consideramos ídolo. ¿Estar identificado con el club? ¿Besar el escudo después de cada gol? ¿Sangrar en la cancha?
No creo que haya una lista, como la lista de pendientes del trabajo, que haya que llenar para que un jugador sea considerado “ídolo”. Pero, detalles más o menos, todos estamos de acuerdo que Esteban Paredes es ídolo indiscutido de Colo-Colo. Como tal, lo consideramos intocable. No merece insultos, porque es blasfemia maldecir a quien hemos bendecido por su entrega al club.
Esteban Paredes nos ha dado muchísimas alegrías, ha rendido cuando nadie lo ha hecho. Ha hecho goles hermosos, goles feos y goles importantes. Pero pocos pueden decir que están entre los históricos goleadores del Cacique. Cada uno de esos goles fue una alegría en nuestro corazón y, por eso, se ha ganado con humildad y gran trabajo, un lugar eterno en el Olimpo colocolino, sentado a la diestra de Arellano, compartiendo mesa con Caszely, Chamaco y Barti.
Lo mal que lo estamos pasando no justifica ni un solo insulto a aquel que se ha ganado nuestra idolatría.
Esteban, desde mi humilde tablón de hincha, te grito: Te quiero. Te quiero mucho. De esta salimos todos.
Por Diego Gonzalez, panelista de Olrai.
