Columnas Olrai

Los DILFS

paredes-valdés5Seguramente han escuchado el término MILF, que se usa para describir a una mujer con características de madre madura, pero que se encuentra en perfectas condiciones. ¿Me entienden, cierto? En inglés, viene de la frase Mom I Like to Fuck, una expresión que no viene al caso traducir literalmente, pero que en correcto español sería algo así como: «vieja rica».

Bueno, la versión masculina de la MILF, es DILF. Lo mismo, pero en versión testosteronizada. D en vez de M. Dad, en vez de Mom. Un milf varonil, pelo en pecho, boina negra. En fácil, un viejo güeno.

En Colo-Colo hay algunos DILFS. Dos, para ser exactos. Dos jugadores que con el tiempo han subido su calidad y nos sorprenden día a día. Que el tiempo dice que han envejecido, pero que dentro de la cancha le sacan la lengua al calendario, se ríen de los años y demuestran estar como el vino.

Les propongo un pequeño ejercicio mental. Olvídense de la edad y de la trayectoria de Valdés y de Paredes. No los vean como jugadores de 36 y 37 años. Olvídense del cariño inconmensurable que les tenemos. ¿Listo? Ahora, vean un partido de Colo-Colo fijándose bien cómo juegan el 7 y el 20. Vean cuánto corren, cuánto se mueven, cuán trascendentes son, cómo gritan, cómo se muestran, cómo piden la pelota, cuántas ganas tienen de ganar y cuánto se frustran cuando algo no les resulta.

Son dos jugadores excepcionales. Y ojo, no por la edad. Porque son buenos. Qué digo buenos, extraordinarios, desequilibrantes, fundamentales, adorables. Son el alma del equipo. Sin ellos, Colo-Colo no es el mismo. Y siguiendo con el ejercicio de verlos sólo como jugadores, no como los cracks experimentados que son, me parece que perfectamente los dos podrían estar aun en la selección. En el medio local, destacan, sobresalen, descuellan.

Hace tiempo que no había jugadores de esa edad que marcaran tantas, pero tantas diferencias. Antes los veteranos, como les llamaban, jugaban paraditos, con las manos en la cintura, mirando como los demás corrían. Los DILFS del 2017 corren como veinteañeros, hacen voleas y chilenas como juveniles y se pasen una y otra vez a todos los defensas que se le cruzan. Con talento, con experiencia, pero también con energía, con atrevimiento y con velocidad.

Son los DILFS de Colo-Colo. Hay que aprovecharlos, porque son terriblemente buenos, pero más temprano que tarde, los echaremos de menos. Ya se nos fue uno paraguayo, no dejemos de disfrutar de estos dos que nos quedan.

*sólo cuento como DILFS a los sobre 36. Barroso y Valdivia, por ejemplo, son niños aun.