Saliendo de la conferencia de prensa de Guede luego de cada partido, suelen haber jugadores de las visita paseándose por el lugar, buscando a sus familiares para irse para la casa.
En esta oportunidad, pasó Campos Toro, Bryan Carrasco y un par de jugadores más, que si no fuera por el buzo y el peinado no hubiera sabido que eran futbolistas del Audax Italiano.
De pronto, una señora que acompañaba a un niñito de unos cinco años en silla de ruedas, gritó: «Mira!!!! Ese es Peric» El loquillo arquero itálico, que dentro de la cancha suele ser un plomo, se acercó cariñosamente y accedió a sacarse una foto con el niño. La mamá, no muy ductil en el uso de la tecnología fotográfica se demoraba más que finiquito de Andrés Vilches, pero Peric esperó pacientemente con una sonrisa de oreja a oreja mientras abrazaba al niño que no podía más de su impresión. Cuando por fin la señora apretó el botón correcto y se cercioró que la foto había salido bien, el arquero le dio un beso en la cabeza y se despidió del pequeño, que casi lloraba de la emoción.
Luego, Relatorcín aprovechó para sacarse una foto con él y mientras eso pasaba, el niño de la silla con una voz que apenas le salía, gritó a lo lejos: «Nico Peric, yo también soy arquero, como tú».
«Hubiera sabido antes, y te pedía que me ayudaras, con Paredes se necesita más de un arquero», le contestó.
La risa de ese niño fue más grande que su rostro y el comentario de Relatorcín resumió todo: «yo pensé que Peric era pesado, pero es súper simpático».