Columnas Olrai

[La Columna del Diego] LIBEREN LOS REFUERZOS

Después de que llegaron nombres agradables al oído del hincha de Colo-Colo, como el gran Esteban Paredes, el siempre eterno Humberto Suazo, Jaime Valdés y Jean Beausejour. Y ahora nos traen a 2 exazules como Ramón Fernández y Valber Huerta.

Para mí nunca ha sido tema que vengan exjugadores del archirrival a Colo-Colo. Siempre lo he visto como un «abrir de ojos», como el pecador arrepentido que encuentra el camino de luz y correcto del fútbol. Pero sí me molesta que ninguno de los 2 haya marcado una gran participación en ninguna parte antes de llegar a Colo-Colo. No así como los primeros nombres que escribí más arriba.

La concesionaria Blanco & Negro se ha esforzado cada semestre por probar los nervios de la hinchada, esperando hasta el último momento para inscribir los refuerzos.

Justo antes de que el funcionario de la ANFP empiece a guardar el lápiz BIC, se levante de la silla en que esperaba la inscripción de refuerzos y cierre el libro, ahí llega corriendo Aníbal Mosa con un pase (O CTI como le dicen los cuicos) en la mano gritando «¡Espere! ¡Espere! ¡No se vaya caballero! ¡Me queda una inscripción!» (Sé que no es así en estos tiempos de tecnología, pero así me lo imagino en mi mente llena de caricaturas)

Como si tenernos urgidos por los refuerzos durante toda la intertemporada no fuese suficiente, nunca podemos esperar nada bueno de Blanco y Negro, pero especialmente de Aníbal Mosa. No vamos a esperar que llegue con un Lucas Barrios, con un Matías Fernández. Ni siquiera con un Cristóbal Jorquera. Nadie que haya jugado medianamente bien. Termina llegando un Javier Toledo, un Malrrechaufe, un Cardaccio. Puros jugadores que habrán sido buenos por allá en 2001 y que hicieron media temporada buena en Argentina y llegan a robar a Colo-Colo.

No creo que sea el caso de Valber y Ramón. Fernández al menos tiene un tiro libre interesante, cosa que en Colo-Colo no se ve hace rato. Y Valber también hace buenos partidos y de la mano del Almirante Barroso de más que rendirá para cumplir.

Pero ahí está el gran problema. Son refuerzos que «cumplen», no que la «rompen». A la 8va fecha con un par de suspensiones, otro par de lesiones, vamos a estar igual que en los últimos 5 o 6 campeonatos de Colo-Colo: mirando a la banca con cara de «¿Y ahora a quién metemos?»

Ese ha sido el problema de Colo-Colo: Una mirada cortoplacista. De salvar este semestre. De decir «Ya. Filo. Tratemos de quedar segundos o terceros. Ojalá campeones, pero sino, al menos nos sirve para decir que lo intentamos». Entonces ahí estamos a mitad de semestre, con Paredes, Valdés, Fierro, Bose y Villar lesionados (o suspendidos) y que no tengamos a nadie para decir «No importa si no llega Paredes… Tenemos a Fulanito«. Y eso nos ha hecho perder los campeonatos con la U, Cobresal y ahora último, con la Católica. (No, no le echo la culpa a Sierra. Algún día les explicaré por qué.)

Ojalá B&N se ponga todo lo que son las pilas, para que de una vez por todas tengamos un plantel para llegar enteros al final del semestre.