[Columna de Chubaka_Soy, Auditor Olrai]
Este año se celebra el centenario de nuestro club, estaba todo preparado para celebrarlo apoteósicamente, con todo, se invirtió plata como nunca antes en el plantel, se compró al jugador más caro en la historia del fútbol chileno, se apostaba a hacer mejor papel en la Libertadores que el año pasado; incluso, jugadores declaraban que iban por la segunda.
Y parece ser que todas las ganas, todos los buenos deseos, todo lo preparado, fue más una carga, una maldición que nos hundió en lugar de motivarnos a sacar este centenario brillante como todos esperábamos.
A todo nivel, dirigencia de la concesionaria a combos, jugadores que se van de vacaciones a días de haber llegado por problemas de plata, un DT que parece desgastado, con pocas ganas, que no tiene respuestas futbolísticas… y tampoco jugadores que cumplan en la cancha. Seamos honestos.
Y como hinchas, somos lo peor. Y no aprendemos. Este año ha sido cagada tras cagada, y cada vez peor.
La muerte de Martina y Mylan nos marcó. Después de eso, uno hablaba con colo-coleños, y todos estábamos en un estado mental como tratando de entender lo que sucedía: buscando respuestas, buscando responsables, preguntándonos ¿qué pasó? ¿Qué hicimos mal?
Horriblemente, y después del espanto, ya para todos… como que decimos: «Ojalá pase este año de mierda, nada bueno nos depara». Y el desastre que vivimos hoy en la Copa Libertadores lo demuestra.