Por Diego González, panelista del ColoCoLeit.
Es la primera vez, desde que escribo de Colo-Colo, que lo hago tan cerca de un partido. Siempre escribo el lunes, habiendo masticado la derrota o habiendo tranquilizado las emociones del triunfo. Pero esta vez no. Esta vez escribo 30 minutos después del partido con Cobresal. Aún pitan las bocinas de la hinchada contraria. Aún resuenan los «vamos la U» de los vecinos. Todavía tengo rabia.
Siento que este campeonato no se perdió con Antofagasta, como muchos han dicho. También difiero que el DT sea el único responsable.
Este campeonato se nos empezó a arrancar con detalles puntuales.
Iquique tiene un gol regalado por nuestro arquero. Quizás hasta 2. Pero de seguro, uno es del arquero nuestro (Que ni su nombre quiero mencionar).
Con Palestino Colo-Colo se pierde un penal que nos daba 3 puntos en vez de 1.
Con San Luis, nuevamente nuestro arquero.
Con Antofagasta es Salazar el que sale mal y nos hacen un gol al minuto 85.
En el clásico, ambos goles son total responsabilidad del arquero y Octavio Rivero tuvo el gol de la victoria en sus pies, pero hizo «La Gran Martín Tonso».
Lo dijo Matías Zaldivia en la semana: «No todo lo malo es culpa del técnico, tenemos que hacernos cargo nosotros.»
La prensa y las redes sociales han acusado a Guede como el único y gran responsable. Difiero tremendamente. ¿Es el mejor técnico del universo? No. ¿Ojalá se quede para siempre en Colo-Colo? No. Pero sacar al DT parece ser la única decisión políticamente correcta, cuando en realidad hay jugadores que han tenido un rendimiento muy por debajo de lo que se requiere para vestir esta camiseta. Paulo Garcés, el capitán de ese antiequipo que no sé qué hace en Colo-Colo. Siempre atarantado. Siempre a destiempo. Siempre inseguro. ¿Qué hace en Colo-Colo? Ni idea. «Pero es que Guede lo puso». Él es hace mucho el segundo arquero, por decisión de la dirigencia y por lo que se venía haciendo con los técnicos anteriores. ¿Qué pasaba si Guede pasaba a Salazar como segundo arquero y se mandaba un par de condoros iguales a los de Garcés? Estarían diciendo que era Garcés el elegido y que Guede andaba inventando la rueda. De hecho, tengo identificados a todos los tuiteros que le chupaban el cuerpo porque hacía un par de atajadas espectaculares por partido, pero el talento nunca lo tuvo. No nos engañemos. Es como el Rambo Ramírez, pero mil veces peor.
Estuvimos primeros prácticamente todo el campeonato, pero cuando el arquero y otros jugadores nuestros fueron determinantes para regalar puntos, es donde empezamos a hacer agua olímpicamente.
Quieren que se vaya Guede, pero y ¿a quién traen? No hay ningún entrenador del medio local que esté en capacidad de dirigir a Colo-Colo. Nico Cordova hizo tremendas campañas con Palestino, pero llegó a Wanderers. Cheíto Ramírez le sacó rendimiento a San Luis de Quillota, pero apenas le ha alcanzado para salvarse del descenso. ¿Quién más? Y al que ustedes quieran traer, va a llegar a cambiar el esquema, a tener un nuevo sistema. Vamos a perder 3 o 4 fechas del siguiente torneo, mientras el equipo acomoda piezas al nuevo jefe y vamos a decir «Este técnico no es para Colo-Colo» y lo van a querer sacar. Lo sacan y al siguiente le pasa lo mismo.
Está bien tener rabia, pero bajemos las revoluciones un poco y dejemos de repetir como loros lo que dijo otro tuitero que nos cae bien o la misma prensa.
A Guede le han dicho que «inventa mucho en los partidos» y lleva 10 o más fechas con el ultra conocido 3-1-4-2. Lo que sí hizo fue tenerle mucha fe a ciertos jugadores en puestos que les eran extraños. Que «vende humo», Sampaoli es más vendehumo que nadie en la vida y fue campeón de la Sudamericana. Hoyos tiene la Fog Machine a todo trapo desde que llegó, pero salió campeón igual. Si Guede vende humo o no, da lo mismo en el fútbol. Que «no sabe lo que hace», pero nadie calcula que tuvo muchas lesiones que claramente no estaban en su control.
No estoy defendiendo a Guede, si mañana se va, me suda el pepino que se vaya. Pero me preocupa la irracional presión que hay sobre un DT en Colo-Colo. Obvio que tiene la presión de ser campeón, pero nadie analiza que perder o ganar un campeonato no depende única y exclusivamente del DT y que traer un DT nuevo cada 1 año, hace poner en riesgo el semestre siguiente.
Hace un rato me empezaron a llegar insultos gratuitos de otros colocolinos, por decir que «defiendo a Guede», cuando en realidad lo único que hago es intentar analizar el partido más allá de un cambio o de un esquema puntual.
BASTA de la mentira de que «DT que no sale campeón no sirve en Colo-Colo», con esa lógica ustedes le pidieron la cabeza a Tito Tapia. Con esa lógica ustedes lo insultaban a Gustavo Benítez, DT que nos metió en semis de Libertadores. Y con esa misma lógica ustedes van a llegar a insultar a mi queridísimo Claudio Borghi. Y yo no quiero ver a pendejos de 12 años ni a simios retrasados insultar a un jugador y luego DT al que quiero tanto.
Escuchar a vecinos de la U celebrar y gritar pelotudeces desde sus balcones es esperable. Pero leer y escuchar colocolinos decir «qué bueno que no salió campeón Colo-Colo para que se vaya Guede» me parece de una idiotez sin fronteras.
Prefieren perder un campeonato solo porque aman más tener la razón que a Colo-Colo.
Los que sí son muy responsables por todo son los dirigentes de ByN, preocupados de su poder y su plata. Peleándose entre ellos cuando venía la definición del campeonato. Urgidos porque su acciones no suben antes de estar preocupados de invertir mejor en un Mark González. Olvidándose de la Sub19 y cambiándoles de DT como quien cambia de calcetas. Ellos son los grandes responsables, pero la prensa tira al choque a Pablo Guede, que, como ya dije es uno de los responsables, pero no el único y debe tener tiempo para trabajar, aunque sea hasta fin de año. Si queremos cambiar de DT, que sea antes de empezar el torneo largo. A esta altura, ya da lo mismo.
Muy posiblemente esta columna no tenga ni pies ni cabeza. Les pido mil disculpas por eso. Es mi momento de desahogo compartido. Les pido comprensión y empatía.
Después de haberme sacado un poco (y solo un poco) la rabia que tengo, nos queda levantar cabeza. Secarnos las lágrimas y pensar que Colo-Colo es valiente, fuerte y grande. Que representa a nuestra raza sin igual. Que el mapuche que inspira a nuestra institución siempre ha sido altivo y no se queda en el suelo sollozando, sino que se levanta, se limpia la ropa y sale de nuevo a defenderse.
Este campeonato se perdió por un miserable punto. Ese punto ya no se puede perder en el siguiente. El próximo es el último campeonato corto. El último campeonato que se va a perder o ganar por detalles. Porque los campeonatos largos, como los del próximo año (y que espero se mantengan para siempre), son los de verdad, los que demuestran si una institución tiene los merecimientos para ser campeón o no. Porque ya no va a bastar con invertir uno o dos millones de dólares al año en refuerzos, sino que será necesario tener una planificación a largo plazo real y seria.
Ojalá este día se termine luego. Ojalá que empiece el campeonato nacional luego para dejar de leer tanta idiotez en las redes sociales. Ojalá no volver a pasar por esta amargura nunca más.
Anoche pensaba lo fácil que sería dejar de ser tan apasionado por Colo-Colo. La vida sería más sencilla. No amanecer amargado los lunes cuando perdemos. No gastar plata en entradas al estadio. No sufrir cuando un ídolo se retira.
Pero a la vez.. ¿Qué sería la vida sin Colo-Colo?
Colo-Colo me ha dado tantas alegrías en mis 29 años, que esta amargura va a ser una pequeña mancha. A levantarnos y a exigirle a Blanco y Negro que de verdad levanten el plantel, no solo con buenos refuerzos, sino que reteniendo a los buenos que tenemos y AYUDAR realmente a las juveniles a producir más para el primer equipo.