Columnas Olrai

De curao’ a sobrio

En noviembre del 2011 ocurrió un emblemático acto de indisciplina en el fútbol chileno. Uno de los retoños Valdivia Aránguiz fue incorporado oficialmente a la iglesia y la familia, con los amigos más cercanos, hicieron una fiesta de aquellas en el Condominio Los Bravos, ubicado en uno de los sectores más altos de la capital. Resultado: algunos jugadores, según textuales palabras del Bichi Borghi, entonces DT de la selección, llegaron “en condiciones no adecuadas” a la concentración y les dio una linda PLR.

¿Los involucrados? Jorge “El Trago” BARdivia, Jean BoSEDyur, Gonzalo Jarra, Arturo Bidón y Carlitros Conlamona. Curiosamente, por esas cosas del destino, todos alguna vez jugadores de Colo-Colo. Sólo coincidencia. El destino.

La cosa es que hoy, mucho tiempo después, uno de ellos, el más piolita, llega a Colo-Colo como gran refuerzo, después de años en Italia y una temporada en la MLS. Y por esas ironías de la vida, luego de ver su debut oficial contra la poderosa UT de Cajamarca, su principal cualidad es la sobriedad.

Ya no es Carlitros, es Carlos Carmona. Un jugador sobrio, maduro, que antes corría mucho y ahora corre un poco menos, pero mucho mejor. Se ubicó siempre en el lugar adecuado, equilibró el mediocampo, pegó sus chuletitas sólo cuando había que pegarlas y entregó los balones siempre con criterio y precisión. Se vio cansado, sí, pero es natural. En resumen, un debut más que aprobado y la ilusión que puede ser un tremendo aporte a nuestro “combinado”.

 

 

Javier Silva – integrante del #ColoCoLeit