Por Diego González, panelista del ColoCoLeit.
Hoy se vivió algo histórico. Desde la creación de las Sociedades Anónimas Deportivas, que no se ha vivido un momento como el de hoy en que el Club Social y Deportivo tenga opciones de roncar fuerte en un directorio de la Sociedad Anónima que gobierna un club.
Si usted ha vivido bajo una piedra desde el 2002, le cuento cómo ha funcionado Colo-Colo desde entonces.
A principios del año 2000 se empezó a hablar que el Club Social y Deportivo Colo-Colo estaba sumido en una profunda crisis monetaria, que se habían malgastado miles de millones de pesos y que la deuda con distintos acreedores, principalmente el fisco chileno, haría quebrar la institución. El 2002 eso sucedió, Colo-Colo quebró en circunstancias muy dudosas (que no alcanzarían a ser ilustradas en esta columna) y se temió que el Club más popular y ganador de Chile desapareciera o terminara jugando en ligas amateur.
Pero eso no sucedió gracias a la idea del, en ese entonces, senador (sorpresa) Sebastián Piñera de que los Clubes Deportivos como los conocíamos en ese entonces desaparecieran y los administraran Sociedades Anónimas Deportivas, que funcionarían igual que las otras sociedades anónimas en su organización y fin (Buscar ganancias).
Por un contrato de concesión negociado por Cristián Varela, quien era el Presidente del Club Social y Deportivo en la época en que nació Blanco y Negro, practicamente el CSyD quedó hecho un adorno. Sin facultad de decisión, sin poder usar la insignia, sin poder usar el estadio, salvo para las reuniones sociales, sin poder emitir boletas, o sea, lo mataron.
A modo de «respeto», si es que de alguna manera se puede llamar así, se le concedieron 2 puestos en el directorio de la Sociedad Anónima Blanco y Negro, de un total de 9. Obviamente, sin el respaldo de los demás directores, esos 2 asientos no tienen absolutamente ningún peso. Para la concesionaria los 2 puestos del CSyD son extraños a su mundo y visión empresarial.
Pero esta situación de olvido terminó este lunes 24 de abril del 2017. Por un quiebre entre la alianza entre Anibal Mosa y Leonidas Vial, el directorio no pudo definir al nuevo presidente de la concesionaria, quedando los 2 bloques mayoritarios empatados a 4 votos, por lo que, por primera vez en mucho tiempo el Club Social y Deportivo fue codiciado como aliado por ambos accionistas de Blanco y Negro.
En esa posición el CSyD, a través de su presidente Fernando Monsalve, empezó a recibir ofrecimientos para saber cuál de los proyectos apoyarían en el directorio de ByN.
El que más convenció al Club fue la de Anibal Mosa, quien no solo ofreció un «cogobierno» junto al CSyD y rebaja en los precios de las entradas, sino que además, prometió que vendería su paquete accionario al Club Social y Deportivo, lo que, de realizarse, dejaría al Club Social y Deportivo con la mayoría absoluta en el directorio de ByN, en conclusión, los socios volverían a tener poder real al mando de Colo-Colo, desde la quiebra. Algo impensado hasta la semana pasada.
Obviamente la gente ha hablado de «traición» por parte del CSyD. Que se «vendieron». Que «debieron seguir con las demandas que puso Labán hace 2 años». Pero, pensemos con la cabeza y no con el ano.
El 2014 Raúl Labán, el presidente DESIGNADO por Cristián Varela para presidir el CSyD, se fue en picada contra la concesionaria, dedujo unas demandas contra la Sociedad Anónima (que, desde mi opinión profesional, no van a servir de absolutamente nada si lo que se quería era sacar a ByN), cortó toda relación con la concesionaria y dio cientos de declaraciones tribuneras que terminaron en que Arturo Salah quitara todos los pocos beneficios que tenían los socios hasta ese momento.
Se ha insistido, por ciertos grupos, que la actual presidencia del CSyD debía seguir con esa política de ley del hielo y confrontación.
Pero, ¿qué se ganaba con eso? Jurídicamente estamos de manos atadas hasta el fin del contrato de concesión. Tenemos muy pocas opciones judiciales de sacar a ByN, las que incluirían una enorme cantidad de tiempo y dinero, que el CSyD actualmente no posee.
Además, si el CSyD sacara a ByN hoy mismo, dudo que tengan la capacidad humana, técnica y económica de hacerse cargo de la maquinaria monstruosa que mueve día tras día a Colo-Colo. No digo que de aquí a 5 años no puedan, digo que al día de hoy no fueron capaces de hacer subsistir una rama de basquetball y difícilmente podrían llevar adelante el equipo profesional de Colo-Colo y todas sus divisiones inferiores. No porque los que hoy dirigen el Club sean incompetentes, de ninguna forma puedo asegurar eso, sino que porque teniendo una base social tan irregular, es difícil llevar adelante un proyecto tan grande.
Entonces, la mejor forma era mediante negociaciones, en las que siempre el Club de David estaba en posición pequeña frente al Goliat de la Sociedad Anónima. Y algunos proponían repetir la historia bíblica, matando al gigante.
Hoy se dio una inesperada salida intermedia: Aliarse a Goliat, para reinar de forma pacífica.
Sinceramente, creo que ha sido la mejor opción que hemos tenido en años, pero debe capitalizarse de forma inteligente. Hoy, en el grupo de Whatsapp del ColoCoLeit se sacó una cuenta rápida de que el Club Social y Deportivo tendría que tener 65.445 socios al día AL MES durante 5 AÑOS para comprar el paquete accionario de Aníbal Mosa. Tremenda labor de captación de socios.
Es un buen momento para volver a estar al día en el pago de las cuotas sociales.