[Columna de Chubaka_Soy, Auditor Olrai]
Estamos a un partido de terminar la participación internacional de Colo-Colo en el 2025, el año del Centenario del Club Social. Un año que esperábamos que fuera especial y lo está siendo, pero lamentablemente para todos, especial para mal. Para muy mal.
Hace ya una semana que el presidente de Blanco&Negro exclamó, a quien quisiera escuchar, que el ciclo de Jorge Almirón estaba con fecha de vencimiento y que ya era hora de sacarlo. Esto debido a la mala campaña en la Copa Chile, el Campeonato Nacional y la Copa Libertadores, donde lucía cuatro partidos perdidos con 13 goles en contra. Algo único en la historia del club, ya que antes nos habían marcado muchos goles, pero al menos se había ganado.
Y hoy, ocho días después de aquella declaración, el DT aún sigue en el club. ¿Cómo puede pasar algo así en el equipo más importante del país?
No asistió a una conferencia de prensa, lo que nos acarreará multas para él y para el club. No demostró ganas en los partidos en los que estuvo después de lo que contó Mosa. Y, a pesar de haber ganado el último partido, no es bueno ni sano que continúe. No va a renunciar, eso ya está claro, y lo que espera es que la concesionaria llegue con la cifra que pide para marcharse, dejándonos con más incertidumbre que certezas.
Y allí viene la danza de nombres para quedarse en la banca por lo que queda de campeonato. Al escuchar los nombres que se barajan, nos podemos dar cuenta de que Blanco&Negro no tiene claro el perfil del cuerpo técnico que quieren para el primer equipo. ¿Que juegue para adelante porque esto es Colo-Colo? ¿O que vaya jugando de chico a grande hasta que agarremos confianza? ¿Que sea alguien que conoce la interna? ¿O simplemente el entrenador que nos alcance? Una soberana mierda.
Si a eso le sumamos que, a la carrera por encontrar DT pronto, se suma la Universidad Católica y, lo más probable, que prontamente también lo haga la Selección Chilena de Fútbol, nos pone en un Centenario muy ordinario.