Columnas Olrai

El capitán

El 11 de enero del 2018, Jaime Andrés Valdés Zapata cumplirá 37 años. A su edad, la mayoría de los futbolistas ya se dedica a otra cosa y los que aun juegan, pasan gran parte del tiempo recuperándose de lesiones, sentados en el banco de suplentes o como decía alguien por ahí, paraditos en la cancha. Son jugadores importantes para el camarín, pero que siendo sinceros, ya no están para un nivel competitivo. Casos así hay por cientos. En Chile y en todas partes.

Pajarito, en cambio, no sólo le gana en carrera a cabros de 20, no sólo se pasa a los mejores defensas del torneo como si fueran niños de pecho, no sólo recorre la cancha como el que más, sino que también parece disfrutar de lo que hace como si aún tuviera un juguete nuevo.

Contra Unión jugaba su equismillonésimo partido en el profesionalismo, pero para él, una vez más, era el más importante. Sería el capitán de Colo-Colo, cosa que parece enorgullecerle más que nada, ya que cada vez que eso pasa, demuestra lo importante que es. Apareció en la cancha del Monumental, bien peinadito, seguramente hasta perfumado y con una jineta especial. De confección propia. Escudo de Colo-Colo gigante, capitán en mayúscula, “David Arellano Moraga” a la izquierda y “Valiente, Fuerte y Grande” a la derecha. Cac1ke, Pájaro 20 y una bandera chilena. Una obra llena de simbolismos.

La jineta resultó ser mágica. Hizo que Pajarito jugara un partido que bordeó la perfección. Un pase gol espectacular para abrir la cuenta, dos bombazos desde el punto penal, ningún reclamo al árbitro y dueño absoluto no sólo de la mitad de la cancha, sino que de la cancha entera.

La historia dirá que el 5 de noviembre del 2017, Jaime Valdés Zapata fue el mejor capitán que Colo-Colo pudo tener.

 

RP