[CAMPEONATO NACIONAL] Sábado santo. Calor infernal. El puntero invicto absoluto visitaba el Monumental. Se venía venir un partido ajustado que, como tantos partidos así, se definen por una jugada puntual. Y así pasó. Colo-Colo fue superior, en llegadas, en posesión y en nivel de juego, pero el resultado final se desequilibró por un penal polémico. De esos que hay que mirar 500 veces para ver si fue o no. Y cuando uno parecía llegar a la conclusión que no había sido mano, el propio defensa de la UC reconoce que sí le pegó levemente en la muñeca.
Colo-Colo jugó con una marcada línea de 4 atrás, sin Barroso. El Chaco jugó su mejor partido en su estadía en Colo-Colo. Matías estuvo sólido. Los laterales, en lo suyo. El Torta con un poco más de llegada al campo contrario, pero bien en no dejar avanzar a los católicos por su sector. Sid Suazo, bien en la marca y en los relevos. Muy rapidito.
El medio también estuvo sólido. Los dos de marca, quizás un poco violentos, controlaron bien el liliputense, pero movedizo mediocampo ofensivo de la UC. Pajarito, en su partido favorito, volvió a marcar diferencias y el Mago, en lo suyo: un gran juego y una amarilla.
Los dos de arriba, casi casi. Paredes bien apoyando al mediocampo y construyendo un poco más desde atrás. Octavio, no en su día, las corrió todas, pero falló en el finiquito.
Un gran triunfo, sin Guede en la banca. Se le ganó al puntero y se acortó un poco esa gran brecha que nos separaba.