[CUENTO INFANTIL] La siguiente historia es uno de los Cuentos para Pequeños Campeones. A través de la historia de un toro que cocinaba muy rico, se quiere simbolizar algo de la historia del primer chileno en ser transferido al fútbol italiano: Jorge Toro, mediocampista chileno que jugó en Colo-Colo entre 1959 y 1971.
El toro cocinero
Cada domingo a la hora de almuerzo se juntaban todos los animalitos de la granja a comer, conversar y compartir.
El chanchito y la gallina ponían una gran mesa de madera para que todos pudieran sentarse juntos. El pato era el encargado de poner los vasos. El ganso ponía servilletas blancas, una para cada uno. El perro se preocupaba del jugo y la oveja ponía los cubiertos.
El que preparaba la comida era el toro Jorge. Era un experto cocinero. Preparaba los más deliciosos platos y los más exquisitos bocados. Todos se saboreaban y disfrutaban mucho con sus recetas.
Un domingo invitaron a comer a un cordero muy importante que vivía en el norte de un país muy lejano. En su país son expertos en tallarines y Jorge quiso sorprenderlo preparándole unos muy especiales.
Toda la mañana, el toro Jorge cocinó los tallarines. Le puso salsa de tomates, un poco de carne molida, cebolla picada muy chiquitita, sal, pimienta y un ingrediente secreto muy especial que nadie conocía.
El cordero probó su plato y quedó maravillado.
“Está deeeeeeelicioso”, dijo con la boca llena. “Nunca había probado algo tan sabroso y eso que en mi país hay excelentes cocineros. Quiero conocer a quien preparó esta delicia”.
El chanchito, que era amigo del cordero, llamó al toro Jorge y se lo presentó a su invitado.
“Mucho gusto en conocerlo, toro Jorge. Es usted realmente un excelente cocinero. ¿Le gustaría ir a cocinar estos exquisitos platos a Italia?”, le preguntó el cordero muy entusiasmado.
Jorge quedó impresionado. Su sueño era ser un gran cocinero y qué mejor que hacerlo en el lugar donde se preparan los mejores tallarines.
Así, el domingo siguiente se juntaron todos los animales de la granja a despedir a Jorge. Estaban muy orgullosos porque su amigo era el primero en viajar a Italia. Nadie estaba triste con la despedida, porque sabían que el toro Jorge demostraría su gran talento junto a los mejores cocineros del mundo.