[CUENTO INFANTIL] «A Carlos siempre lo han molestado por sus bigotes, pero cierto día hizo algo que nunca nadie había visto«. La historia que nos trae en esta oportunidad Cuentos para Pequeños Campeones, nos recuerda uno de los jugadores más importantes de la historia colocolina. Está inspirado en su calidad, representada en uno de sus goles más importantes y recordados. Carlos H. Caszely, delantero chileno que jugó en Colo-Colo entre 1967 y 1985.

Guagua con bigotes

Cuando niño, Carlitos estaba siempre muy triste. Todos sus compañeritos lo molestaban porque tenía bigotes. No era culpa de él, pero tenía que soportar las constantes burlas y chistes que le hacían. Además, cada vez que comía tallarines, sus bigotes quedaban rojos, llenos de salsa de tomate.

Cuando creció, el joven Carlitos seguía siendo el hazmerreír. Sus bigotes eran grandes y frondosos y cada vez que se los cortaba, volvían a crecer rápidamente. Tuvo que acostumbrarse a vivir con ellos.

Ya más grande, entró a trabajar a un restaurant como garzón. Incluso ahí lo molestaban.

Sin embargo, cierto día de otoño, Carlitos hizo algo extraordinario. El restaurant estaba lleno de personas que pedían y pedían cosas: pan, platos, cubiertos, jugos, bebidas y postres. Entonces, Carlitos agarró muchísimas bandejas, las llenó de cosas y las empezó a llevar a cada mesa. Eludió a todas las personas que llenaban el restaurant. ¡Eran demasiadas las bandejas que llevaba y lo hacía muy rápido! Nunca antes se había visto algo así. La gente que vio esto se impresionó muchísimo y comenzó a gritar: “¡Se pasó, se pasó, se pasó!”.

Desde ese día, Carlitos fue reconocido por su gran talento y habilidad y ya nadie lo molestó por sus bigotes.