Madrugamos el sábado con la secreta esperanza del inicio de la gran recuperación de Colo-Colo. Entre rudas, vinagres y otras hierbas estábamos convencidos que por fin volveríamos a la senda triunfal que suele caracterizar al cacique.

El primer tiempo fue interesante y nos fuimos con una ventaja que ilusionaba, amén de un gol de Martintín luego de una gran jugada elabarada donde participaron varios.

Pero el segundo tiempo apareció el calor, aparecieron las dudas y los fantasmas y todo lo logrado se vino abajo con el gol de Parraguez, luego de una jugada por la izquierda de la defensa colocolina que no fue capaz de pegarle una chuleta al lateral wanderino para que no llegara a línea de fondo y sacara el centro. Incluso Justo Wilmar, que nunca falla, pudo hacer algo para evitar el empate.

El doble travesaño de Paredes y Rivero será recordado por un buen tiempo. Una clara señal que a este Colo-Colo no le sale absolutamente nada.

Martintín salió casi desmayado por el calor, Pajarito entró el segundo tiempo y no dio pie con bola, casi tan malo como el aporte de Andrés Vilches. Colo-Colo se acaloró, se cansó y no encontró ninguna idea para ganar.

Un empate con sabor a que las cosas deben cambiar urgente. Ojalá, este martes por Copa Chile o a más tardar el domingo siguiente contra la U.

Colo-Colo 1 Wanderers 1 Wilmar; Turco, Almirante, Marsical; GF11 (Andy Vilches), Mono, Chino, Martintín (Ardilla), RonDamón (Uccellino); Cabeza, Efraín.