[LA RUTA DEL FÚTBOL] Hace un largo tiempo le prometí a Relatorcín que haría lo posible para que conociéramos más estadios. Pensé que lo había olvidado, pero me lo recordó con insistencia. Vamos sagradamente al Monumental semana por medio, pero ya es tiempo de ampliar horizontes y conocer otras realidades.
Así, la semana anterior comenzó LA RUTA DEL FÚTBOL. Aprovechando que la fecha FIFA nos dejó sin acción de Primera A ni de Primera B, emprendimos rumbo hacia la V Región. San Antonio Unido debutaba en el torneo en el Clásico Plumífero: las gaviotas lilas del SAU contra los cóndores de Trasandino.
Junto a Relatorcín, su hermano pequeño Reguatoncín, Fabián y su paciente polola partimos rumbo a Algarrobo para hacer una pausa técnica. Aprovechamos de disfrutar del caribe chileno, El Canelo. Compartimos con algunos perros y gozamos de la vista del bosque donde Daniela Castillo hizo su video clip. Luego de degustar unas tan sabrosas como gigantes empanadas fritas, partimos rumbo al puerto.
Llegamos al Estadio Doctor Olegario Henríquez 45 minutos antes del inicio del clásico. Los equipos estaban en la cancha haciendo el calentamiento previo. Los lilas al mando de Don Peineta Garcés y los verdes bajo las instrucciones de la Vieja Reinoso, dos DT que podrían estar perfectamente en escenarios un poco más «generosos». Relatorcín y Reguatoncín fueron bienvenidos con unas estupendas Calugas Alexis, gentileza de la organización del partido, las únicas calugas sin discos pare negros. Sospechosamente sabrosas y adictivas.
El ambiente era familiar, teñido de lila con globos y entusiasmo, lejos de la violencia con la cual suele encasillarse a la gente del puerto. El estadio, humilde, tal como el nivel del equipo local. Baños distantes, vista regular y galerías de madera un poco peligrosas sobre todo para la inquietud de Reguatoncín, quien junto a su peluche Kalule, recorrió gran parte de las instalaciones.
Relatoncín, fruto de las empanadas y las calugas, debió ir a un improvisado baño. Reconozco que no fue el lugar más adecuado, pero fue lo único que encontramos. Total, nadie se enteró. Sólo un perro que producto del perfume se acercó a fiscalizar. Fragancia que gracias a Dios no se traspasó al balón oficial que Relatorcín devolvió luego de un exagerado e impreciso rechazo del portero Cerda. Fue la primera vez que Relatorcín tocaba una «pelota de verdad, de esas con que juegan los profesionales«.
El resultado del partido, un detalle. La visita ganó uno a cero con un gol de penal de un negrito de apellido Zambrano, el mismo que minutos después fue expulsado. Ni el Chucky González ni Adán Vergara, los grandes nombres del local, pudieron hacer nada para invertir el resultado.
Lo mejor, como suele pasar en este tipo de partidos, estuvo afuera. Gracias a una genial idea de Fabián nos cambiamos de ubicación y nos apotingamos en la galería visitante. Allí, en la misma tabla donde el Pistola Flores veía cómo jugaba su hijo Kevin, estaba Arenito Prieto, flamante refuerzo de los porteños, quien al no tener aun su CTI miraba camufladamente cómo su equipo no encontraba la fórmula para ganar como local.
El mismo arquero que hace poco más de dos años se paseaba a Johnny Herrera en el Monumental lleno y que partiera esperanzado a España en búsqueda de un futuro esplendoroso, veía un partido de tercera división, sentado en una tabla apunto de romperse por la humedad y el descuido. Se impresionaba por el estado pauérrimo de la cancha y miraba su celular cada dos minutos como esperando una oferta de un equipo de mejor presente. Lindo verlo ahí, en todo caso. Más humano, más humilde, más sencillo, viviendo el partido como si se jugara en el mismísimo Bernabéu.
Así, escuchando al tren pasando entre los conteiners, emprendimos retirada hacia la capital. El público se fue triste. Peineta no pudo debutar con un triunfo. No pudo darles una primera alegría. Su equipo está aun despeinado y le falta mucho para poder pensar siquiera en cumplir su objetivo: volver lo antes posible a recibir la platita del CDF.
Parada 1 de la Ruta del Fútbol: Doctor Olegario Henríquez, San Antonio. ☑️